Siempre, desde chica, me gustaron las actividades manuales. Cualquier cosa que pudiera hacer con las manos, ahí estaba yo para aprender.
Un día descubrí la madera, y me enamore. Sabia que con ella podía construir lo que quisiera, pero el cómo estaba muy lejos de mi alcance.
Pasaron años y a cualquiera que se me cruzaba le decía “si sabes donde puedo trabajar la madera avisame”.
Así fue que conocí a Jorge el carpintero. Cuando fui por primera vez a su taller entre en éxtasis por la cantidad de herramientas que había en ese lugar.
Estaba fascinada, sábado tras sábado me enseño a trabajar con cada una de ellas.
Lo primero que me enseño fue a usar la lija, parece una pavada pero no lo es. Cuando apoyas la lija sobre la madera se tiene que producir un enamoramiento, y acariciarla hasta dejarla hermosa.
Después me enseño a utilizar herramientas básicas como el sacaclavos, la escuadra, el martillo, los destornilladores, las sierras manuales, los formones………
Luego llegaron las herramientas mayores, las reinas de la carpintería y allí comprendí que con mis manos podía hacer todo lo que quisiera.
Para cada cosa que una quiere hacer les aseguro que existe en la ferretería la herramienta adecuada, solo hay que aprender a utilizarla.
Hoy en mi casa tengo: caladora, sierra eléctrica, destornilladores, cepillos y una infinidad de accesorios que trabajan conmigo cuando: quiero lijar, cortar, agujerear, pulir, lustrar, rebajar, afilar, limpiar, etc, y tantas cosas que me fueron regalando y fui comprando con el único objetivo de construir con la madera.
Es maravilloso, no le tengan miedo, tóquenlas y hagan de ellas un mundo femenino. Ellas son “LAS HERRAMIENTAS”
Enviado por: Anahid